Cada día los cuerpos de dos personas llegaron a fosas comunes de la Ciudad de México, en ocasiones sin el consentimiento de sus familiares, advirtió Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social. En entrevista, la también integrante del Consejo Ciudadano de la Comisión de Búsqueda de Personas capitalina reprochó
Cada día los cuerpos de dos personas llegaron a fosas comunes de la Ciudad de México, en ocasiones sin el consentimiento de sus familiares, advirtió Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social.
En entrevista, la también integrante del Consejo Ciudadano de la Comisión de Búsqueda de Personas capitalina reprochó que a los cuerpos les dan sepultura sin o con identificación, porque “el servicio forense está desbordado de cuerpos y los envía con tanta frecuencia ahí, sin esperar, sin agotar todas las posibilidades de que esas personas puedan ir por ellas sus familias”.
La especialista del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología con 30 años de atención a este fenómeno presentó en el Colegio de México su estudio Los y Las Desaparecidas en la Ciudad de México, en el que reconoció que en muchos casos el destino de esas personas es desconocido, algunos fallecieron violentamente y sus restos depositados en fosas comunes.
Los datos aportados por la investigadora los tomó de los registros de las comisiones nacional y local de búsqueda, el módulo de fosas comunes y las estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.
Azaola informó que al mes de mayo de este año, hay un registro de 18 mil 62 cuerpos o restos que inhumaron en fosas comunes del Panteón Dolores entre 1956 y 2022, pero de 2019 a 2022 sumaron tres mil 309, lo cual significa que, en promedio, se depositaron los restos de dos personas cada día durante los últimos cuatro años.
Sobre si hay fosas clandestinas en la Ciudad de México, la autora del estudio respondió: «En todos lados hay, pero no sabemos, precisamente, porque son clandestinas, pero no es como en otras entidades, donde son un gran problema, pero en la Ciudad de México no lo es».
El documento de la especialista presenta datos de la Comisión Nacional de Búsqueda, según los cuales la Ciudad de México tiene el registro de 11 mil 520 personas desaparecidas entre febrero de 1990 y el mismo mes de 2023; y para el periodo de 2019 a este año el total es de siete mil 588 desaparecidos, de los cuales 57 por ciento son hombres y 43 por ciento mujeres.
En disparidad con esas cifras, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM) recibe el reporte diario de 15 personas desaparecidas. Según sus números, de 2019 a mediados de 2023 hay un total anual de cinco mil 484 personas reportadas como desaparecidas, de ellas a dos mil 952 las localizaron y las restantes están en actualización de datos para saber si siguen en ese estado.
La investigadora explicó que el mayor número de personas desaparecidas vivían en las alcaldías Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón y Venustiano Carranza; pero en proporción a su población las demarcaciones que concentran ese fenómeno son Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Benito Juárez y Tláhuac.
Elena Azaola agregó: «Destacan tres alcaldías que en números absolutos y relativos, tienen más personas desaparecidas y son Cuauhtémoc, Azcapotzalco y Venustiano Carranza«.
El grupo de edad mayoritario de las personas que desaparecen es el de adolescentes y jóvenes de entre 11 y 20 años (24.9 por ciento) que, sumados a los de hasta 30 años, representan 45 por ciento de las desaparecidas. Azaola expresó que las mujeres jóvenes de entre 12 y 24 años de edad son el grupo más vulnerable.
Sobre la declaración de Ernestina Godoy, fiscal general de Justicia local, de que no hay una crisis por desaparecidos en la capital, ella respondió: «Si lo dijo, yo digo que sí, que las desapariciones en la Ciudad de México son un problema grave que hay que atender, que hay que hablar de él, que hay que reconocerlo para poder hacer políticas de prevención«.
Emiliano Rosales Morales, director general de la Unidad de Implementación de la FGJ, adelantó que la institución comunicará pronto el reporte que tiene de personas desaparecidas en la capital del país, que ahora trabaja para presentarlos adecuadamente.
El funcionario opinó que a nivel general hace falta en el país homologar las cifras sobre desapariciones para tener un registro nacional confiable, porque las autoridades y comisiones locales aportan sus datos sin uniformidad y desalineados.
“Necesitamos detener la desaparición de las personas, ese es el primer punto, no podemos permitir que sigan desapareciendo personas; y en segundo está la búsqueda inmediata”, concluyó.
El jueves pasado, Ernestina Godoy, fiscal general de Justicia local, descartó que la Ciudad de México atraviese por una crisis de personas desaparecidas, ya que la institución a su cargo emplea todos los recursos humanos y estructurales, a fin de localizar a nueve de cada 10 personas en las primeras 72 horas del reporte de su ausencia. Informó que las y los reportados no fueron víctimas de algún delito, al tratarse de ausencias voluntarias u otro tipo de situaciones.