México produce 56,672,829 toneladas de caña de azúcar, con Estados Unidos como el principal mercado, ya que adquiere el 90% de las exportaciones. Esta planta herbácea perenne, perteneciente a la familia de las gramíneas tropicales, se asemeja a otros cultivos como el arroz y el maíz, y puede alcanzar alturas de dos a cinco metros
México produce 56,672,829 toneladas de caña de azúcar, con Estados Unidos como el principal mercado, ya que adquiere el 90% de las exportaciones. Esta planta herbácea perenne, perteneciente a la familia de las gramíneas tropicales, se asemeja a otros cultivos como el arroz y el maíz, y puede alcanzar alturas de dos a cinco metros con diámetros de cinco a seis centímetros.
La caña de azúcar tiene su origen en el sureste asiático, posiblemente en Nueva Guinea, y fue llevada a España antes de expandirse por América durante la conquista. Hoy en día, varios países latinoamericanos son grandes productores de este cultivo.
Las condiciones ideales para el cultivo de la caña de azúcar incluyen climas secos, baja humedad, abundante luz solar, noches frescas, y suelos ligeros. El tallo de la planta contiene sacarosa, un jugo azucarado que se extrae y se cristaliza a través de un proceso químico. Durante su cultivo, es esencial que reciba la cantidad adecuada de agua para permitir la absorción y asimilación de nutrientes.
El azúcar se obtiene del jugo grisáceo y amargo a través de un tratamiento químico que lo convierte en jarabe, seguido de un proceso de ebullición para cristalizarlo, y posteriormente se puede refinar para su comercialización. Brasil lidera la producción mundial, mientras que México ocupa el sexto lugar entre los mayores productores.
Veracruz es el estado con mayor producción nacional, representando más de un tercio del total, pero Morelos destaca por su mayor rendimiento, alcanzando 120.4 toneladas por hectárea. La caña de azúcar es un ingrediente esencial en la elaboración del ponche mexicano, una bebida tradicional consumida durante las festividades en diciembre.