Gabriela Osorio Hernández, alcaldesa de Tlalpan, presentará a Alejandro Encinas, secretario de Planeación y Ordenamiento Territorial, el severo problema que hay en la demarcación debido a la invasión del suelo de conservación y la tala ilegal. Al participar en el Foro Urbano Core, la alcaldesa advirtió que los asentamientos irregulares tienen implicaciones a la hora
Gabriela Osorio Hernández, alcaldesa de Tlalpan, presentará a Alejandro Encinas, secretario de Planeación y Ordenamiento Territorial, el severo problema que hay en la demarcación debido a la invasión del suelo de conservación y la tala ilegal.
Al participar en el Foro Urbano Core, la alcaldesa advirtió que los asentamientos irregulares tienen implicaciones a la hora de configurar la ciudad y no solo a Tlalpan, porque las áreas verdes le dan servicios ambientales a la capital como oxígeno, fauna, flora y recarga de los mantos acuíferos.
Osorio informó que hay más de 200 asentamientos irregulares en ese territorio, sobre todo en suelo de conservación y esto sucede porque los precios y rentas de las viviendas en el centro de la ciudad son muy caras, lo cual provoca la expulsión de las personas a la periferia y presiona a la demarcación.
“La gente está viviendo en condiciones muy precarias en esos asentamientos, donde no hay agua, no hay drenaje, no hay pavimentación, pero lo que nos dice la gente es ‘aquí sí me alcanzó para comprar mi terrenito’, esa es una de las problemáticas que tenemos en la alcaldía”, subrayó Osorio Hernández.
La funcionaria local tiene menos de un mes de que asumió el cargo y ya padece de limitaciones, entre ellas el presupuesto para la demarcación más grande de la ciudad, hablando en término territoriales, y donde viven 700 mil personas.
Su asignación presupuestaria es de tres mil 500 millones de pesos, de esa cantidad la mitad es para pagar nómina y el resto son para insumos, parque vehicular o combustible, por lo que los recursos se reducen bastante para invertir en grandes proyectos
Otra limitante mencionada por la alcaldesa es la de atribuciones, porque las alcaldías no son municipios, carecen de mando sobre la policía y hay centralización en el manejo del agua, a pesar de ello, Osorio Hernández apostó por emprender lo que llamó “la gran transformación de Tlalpan”.
En el evento, que tuvo lugar en el Museo Kaluz, también participaron Nancy Núñez, alcaldesa de Azcapotzalco y y Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, quienes hablaron de sus experiencias en los primeros días de sus administraciones.
En su intervención, Tabe recomendó que los recursos que obtiene el gobierno central por los permisos temporales de los mobiliarios para la publicidad exterior los distribuyan para que una parte se quede en la zona donde está y el resto vaya a otras alcaldías.
Se manifestó a favor de redistribuir los recursos obtenidos de los desarrollos inmobiliarios bajo la figura de Sistemas de Actuación por Cooperación (SAC), cuyo objetivo es la realización de proyectos y obras específicas de infraestructura, equipamiento y espacio público, que generen beneficios directos a las personas y entorno urbano de zonas específicas.
El funcionario advirtió que en su localidad tuvieron problemas muy serios de explotación del suelo por la autorización de la edificación de grandes desarrollos y a cambio la comunidad no recibe beneficios. Explicó que un ejemplo de ello es que el gobierno capitalino empleó los recursos del SAC de la colonia Granada para comprar trolebuses, que no tienen nada que ver con el impacto que generan los multifamiliares en esa zona de la demarcación.
El panista retomó la propuesta de que los recursos del impuesto predial obtenidos por la transformación de predios, que son seguros por un plazo de 20 a 30 años, sirvan para generar instrumentos de deuda para financiar el desarrollo en otras alcaldías, en la zona donde se generen, y tener recursos para la atención de la demanda de vivienda de interés social y con ello evitar la invasión del suelo de conservación, como la que hay en Tlalpan.