La distribución de los refrescos pirata se dio a conocer luego de que la Fiscalía de la CDMX encontró un inmueble de la alcaldía Iztapalapa donde se elaboraban las bebidas.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dio a conocer hace unos días sobre el decomiso de refrescos pirata en la alcaldía Iztapalapa, específicamente en la colonia Santa Martha Acatitla.

En este lugar trabajaban al menos diez personas diez personas, entre lavadores de botellas, envasadores y selladores, transportistas y encargados del inmueble.

Los recipientes eran comprados en sitios donde se recolectan envases y las fichas para resellar, con quienes recogen la basura, según las investigaciones de la Fiscalía.

Luego del cateo del inmueble en Iztapalapa se detuvo a dos personas relacionadas con el hecho, en el que, según detalló la dependencia, las ganancias diarias podrían llegar hasta los 12 mil pesos.

David y Jesús Ignacio “N” fueron puestos a disposición de un juez de control, por su probable participación en la comisión del delito de encubrimiento por receptación.

El vocero de la Fiscalía detalló que David “N” era quien presuntamente se encargaba de lavar el envase de vidrio de las bebidas y por ello, cobraría cerca de dos mil 500 pesos por semana. En tanto, señaló a Jesús Ignacio “N”, como quien probablemente realizaba labores de sellado de envases y de reparto.

Dónde venden los refrescos pirata en CDMX y Edomex

Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, explicó que las cajas de refrescos pirata se vendían principalmente en puestos ambulantes de comida.

Después se supo con mayor detalle cuáles eran las zonas en las que se comercializaban estos productos, entre ellas están:

• La zona centro en la CDMX
• Central de Abasto.
• Chalco, Edomex.
• Nezahualcóyotl, Edomex.
• Tecámac, Edomex.

Esta última zona en el Estado de México se sumó luego de que un usuario compartiera a través de TikTok su experiencia al encontrar un refresco de cola pirata.

´Nos tocó la pirata’, dijo el usuario y describió el sabor como una mezcla de azúcar y vainilla, a diferencia de los refrescos originales.

Como parte del cateo al inmueble donde se hacían los refrescos pirata en la alcaldía Iztapalapa, aseguraron tres placas de auto con reporte de robo vigente, una de Jalisco y las restantes del Estado de México.