Los estudiantes de la UNAM tienen un adeudo millonario con la universidad por uno de los servicios más preciados durante su formación: el préstamo de libros a domicilio. Tan sólo en lo que va del año, las multas en 40 bibliotecas ubicadas en el Valle de México ascienden a 9.3 millones de pesos por no
Los estudiantes de la UNAM tienen un adeudo millonario con la universidad por uno de los servicios más preciados durante su formación: el préstamo de libros a domicilio.
Tan sólo en lo que va del año, las multas en 40 bibliotecas ubicadas en el Valle de México ascienden a 9.3 millones de pesos por no regresar el acervo a tiempo.
De ese monto 7.4 millones todavía no son solventados, mientras que los alumnos sancionados suman 16 mil 978, informó la universidad a El Sol de México vía transparencia.
Psicología es la facultad con las sanciones más elevadas, pues suma 3.6 millones de pesos, de ellos sólo han pagado 83 mil 903 pesos y el número de estudiantes multados entre enero y mediados de octubre es de 418.
Le sigue Veterinaria y Zootecnia, donde el adeudo asciende a casi 3 millones de pesos y 220 alumnos resultaron sancionados. Ambas escuelas concentran el 80 por ciento del monto total adeudado.
De acuerdo con los alumnos de Psicología, la penalización por no entregar un libro en el periodo estipulado es de dos pesos por día, así como no poder sacar material bibliográfico en determinado tiempo.
“He escuchado mucho de las multas, son multas económicas o pueden ser multas de que tienen que regresar el mismo libro que te quedaste, perdiste o dañaste y además debes empastarlo”, explicó Rebeca Serrano, alumna de séptimo semestre de esa escuela.
Además, la joven puso sobre la mesa la alta demanda de ciertos títulos, por lo que las fotocopias o los formatos digitales se convierten en la mejor opción para la economía estudiantil.
“Yo casi no saco libros por lo mismo de que son muy demandados o luego no hay libros que necesitamos, entonces yo lo busco en pdf o los compro (…) Sé que luego hay libros que se pueden sacar y otros que no, pero si sólo hay cinco libros y si es un grupo de 50, es quien gane esos libros y ya de ahí le podemos sacar fotocopias”, detalló.
Jessica Álvarado, quien también estudia en esa facultad, resaltó que los libros de neuropsicología son los que tienen mayor demanda y éstos cuestan en promedio entre 800 y mil pesos.
“Los saco cuando no los encuentro en PDF y sé que está en la biblioteca, normalmente el tiempo de préstamo es una semana. Tienes varias opciones que es reponerlo monetariamente con dos pesos al día, también te piden algún útil escolar como plumas o cuadernos o también estás penalizado de que no te dejan sacar libros durante una semana, mientras más tiempo te tardes son más días de penalización”, explicó.
Karla Renata Domínguez, estudiante de quinto semestre, consideró que aunque el sistema de préstamo de libros es fácil y accesible es común que en muchas ocasiones no entreguen los libros a tiempo porque no han terminado su uso.
“Básicamente nuestra carrera es pura lectura, tenemos que leer todo el tiempo, nuestras clases son de leer un capítulo o libro y hay que hablar del capítulo, entonces por eso hay mucha demanda y pues también son libros caros”, expresó.
Para la máxima casa de estudios no deber a las bibliotecas de su red es tan importante que es un requisito para que los alumnos puedan titularse, pues es necesario tramitar una constancia que acredite que están libres de deudas.
Gisela Díaz, alumna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, contó que pudo graduarse hasta que repuso un libro que perdió.
“Te cobran la vida si no lo devuelves. Yo saqué un libro siendo estudiante de la biblioteca de mi facultad y lo perdí en el Metro. Deje pasar el tiempo y no me dejaban graduar si no pagaba el libro. Me pidieron reponer el libro, ya no pague la multa, pero recuerdo que en ese tiempo para mi siendo estudiante era un poco caro comprar el libro y luego era urgente porque sin reponerlo no me liberaban la carta que pide la coordinadora para poder hacer el trámite de graduación”, agregó.
Pese al adeudo millonario, las autoridades universitarias se muestran optimistas y no consideran perdidos los libros que todavía no son devueltos por la comunidad estudiantil.
“En los años comprendidos del periodo requerido de información (2018-2024), los libros en préstamo activo aún no son considerados como perdidos, ya que de esos años es probable que los libros sean devueltos en un futuro”, señalaron en su respuesta.
Para algunos exalumnos este tema genera preocupación, pues se mantienen en la incertidumbre de cuánto deben a pesar de haber dejado la escuela hace varios años.
Fernanda Rojas, quien estudió en la FES Acatlán lleva siete años sin devolver un libro que perdió. “Mi error fue llevármelo cuando me fui de vacaciones a Aguascalientes para irlo leyendo y se me olvidó en el hotel y ya nunca lo pude recuperar”, contó.
Asimismo, la UNAM informó que entre 2018 y 2024 no hay registros de estudiantes que hayan sido acreedores a suspensión definitiva de los servicios bibliotecarios y consignación al Tribunal Universitario por maltrato, mutilación y sustracción ilícita de material bibliográfico.
Biblioteca nocturna
Apenas el 23 de octubre, la Facultad de Medicina echó a andar un programa nocturno para que los alumnos que viven lejos puedan utilizar la biblioteca entre las 21:00 y 06:30 horas, lo cual generó opiniones encontradas entre la comunidad estudiantil.
Según la Facultad, quienes formaron parte del programa piloto consideraron que esta iniciativa fue acertada, por lo que esperan que el servicio continúe, mientras que en redes sociales, algunos estudiantes expresaron su preocupación al normalizar el desvelo con propósitos académicos.
De acuerdo con las autoridades académicas, el servicio tendrá lugar previo a los exámenes departamentales los días 6,7, 13, 14, 27 y 28 de noviembre y el 2,4 y 5 de diciembre.
Quienes quieran ser parte del programa deberán registrarse y ser estudiantes activos de esa Facultad, además de que deben ceñirse al horario de salida por motivos de seguridad y no pueden ingresar con alimentos.
“En la entrada del vestíbulo de la biblioteca se encontrará un servicio de café para las y los alumnos que deseen tomar un descanso”, precisó la escuela.