La ex alcaldesa de Iztapalapa y candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, se encuentra bajo un intenso escrutinio debido a la persistente crisis del agua que afecta a miles de habitantes en la demarcación que ella gobernó por casi una década y en diversos puntos de la Ciudad de México.
La ex alcaldesa de Iztapalapa y candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, se encuentra bajo un intenso escrutinio debido a la persistente crisis del agua que afecta a miles de habitantes en la demarcación que ella gobernó por casi una década y en diversos puntos de la Ciudad de México. La situación ha llevado a la indignación de los residentes de la alcaldía más poblada de la capital, quienes ven cómo sus necesidades básicas de suministro de agua no están siendo atendidas de manera efectiva.
A pesar de las promesas realizadas por Brugada durante su campaña electoral y en su gestión, la realidad en Iztapalapa es que el problema del suministro de agua potable persiste y se agrava día a día, a pesar de que Clara lo niegue rotundamente. Los residentes se ven obligados a recurrir a medidas extremas, como comprar agua embotellada a precios exorbitantes o esperar largas horas para recibir el suministro a través de pipas, cuya frecuencia y cantidad son insuficientes para satisfacer la demanda.
Las críticas hacia la administración de Clara Brugada se centran en la falta de acciones concretas y soluciones a largo plazo para abordar esta problemática estructural. Se cuestiona la eficacia de los programas y proyectos implementados hasta el momento, así como la transparencia en el manejo de los recursos destinados a resolver la crisis del agua, además se duda de que pueda resolver el problema hídrico de la CDMX, puesto que no logró hacerlo en Iztapalapa.
Los habitantes afectados expresan su descontento ante la indiferencia de las autoridades y de la candidata ante una situación que vulnera sus derechos más básicos. Muchos señalan que, a pesar de las constantes quejas y protestas ciudadanas, la respuesta por parte del gobierno local ha sido insuficiente e inadecuada.
Ante este panorama, Clara Brugada enfrenta un serio desafío en términos de credibilidad y confianza por parte de la ciudadanía. La presión aumenta sobre para que proponga medidas urgentes y efectivas que garanticen el acceso equitativo y seguro al agua potable para todos los habitantes de Iztapalapa y la Ciudad de México. En medio de esta crisis, el liderazgo y la capacidad de respuesta de Brugada están siendo puestos a prueba como nunca antes.
Fuente: Futuro Social