El gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador dejó en 2024 a Puebla sin recursos económicos para fortalecer la red local de plantas de saneamiento hídrico, ni tampoco para mejorar el sistema de alcantarillado y de distribución de agua potable, lo que aumentará la desventaja de los municipios con mayor riesgo de sequía, entre otras poblaciones, consideró Pabel Antonio Cervantes Avilés, investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla.

Para este año, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), optó por no destinar un solo peso a la entidad poblana para ejecutar programas destinados a aumentar la infraestructura hídrica, como son los sistemas de tratamiento y distribución, principalmente.

Este abandono presupuestal, como lo califica Cervantes Avilés, doctor en Ciencia y Tecnología del Agua por la Universidad de Guanajuato y catedrático de Ingeniería Química en el Tec de Monterrey Campus Puebla, acentuará el rezago hídrico en la entidad.

Documentos referentes a la asignación de recursos públicos del Programa de Agua Potable, Drenaje y Tratamiento, conocido como Proagua, cuyo presupuesto global este año para los 32 estados del país fue de 2 mil 606 millones 615 mil 108 pesos, evidenciaron que Puebla no tendrá el apoyo de la Federación para proyectos de saneamiento hídrico.

Según la dependencia federal, dicho programa tiene como objetivo “contribuir a garantizar el derecho humano al agua y saneamiento, enfocándose en la población más vulnerable, priorizando las acciones consideradas en la planeación hídrica o diagnósticos integrales de planeación de los gobiernos estatales”.

El catedrático del Tec de Monterrey Campus Puebla, quien ha realizado investigaciones acerca del cuidado del agua y medio ambiente a nivel internacional, sostiene que la reducción presupuestaria dejará en mayor vulnerabilidad a los municipios con alta marginación y rezagos en su infraestructura hídrica, así como los de mayor riesgo de sequías.

Según Cervantes Avilés, la falta de recursos etiquetados para Proagua complicará la ejecución de programas en la materia a nivel estatal, lo que se concebirá como un hecho regresivo que impactará a la distribución de agua potable a las comunidades del estado donde se requieren urgentemente proyectos de esta índole.

Sinceramente veo lamentable que se reduzca el presupuesto al cero por ciento, cuando teníamos un aporte importante para las plantas potabilizadoras y para sistemas que podrían contener eventos hidrometeorológicos en el estado, como inundaciones, etcétera. Es lamentable. Espero que se pueda restablecer esto en los siguientes años expuso el académico.

Recordó que la responsabilidad de vincular apoyos para la implementación de obras hídricas es de la Federación a través de la Conagua. Remarcó que los ayuntamientos y los propios gobiernos estatales no cuentan con recursos suficientes para destinar a este tipo de trabajos por cuenta propia, lo que supone un obstáculo financiero para las autoridades locales.

Por otra parte, Cervantes Avilés hizo hincapié en que el recorte presupuestario que impuso Conagua a Puebla impactará directamente a las poblaciones más rezagadas y en mayor exposición a las altas temperaturas, como son diversas poblaciones de la Mixteca y la Sierra Norte.

“Es complicado no recibir dinero de la Federación para potabilización, porque deja a los municipios vulnerables todavía más vulnerables, los deja indefensos ante sequías (…) Esta acción no solamente puede impactar a los municipios más vulnerables, sino también carga más la responsabilidad a los gobiernos estatales que buscan coadyuvar en en la solución de problemas de tratamiento y potabilización de agua”, explicó el investigador.

Cabe recordar que fue apenas en 2023 cuando la entidad poblana recibió un total de 377 millones 924 mil 988 pesos, siendo el segundo estado con más recursos etiquetados para Proagua de todo el país, pues recibió 11 por ciento del presupuesto anual para todo México.

Un año atrás, en 2022, Conagua asignó 100 millones 160 mil 819 pesos al gobierno estatal. Esta cifra representó cerca del tres por ciento de todo el presupuesto destinado a dicha política pública en ese entonces.

Proyecto presupuestado en 2021 sigue sin concluirse

Para 2021 se entregaron todavía menos recursos a Puebla, pues la cantidad etiquetada para proyectos de Proagua en Puebla fue de apenas 87 millones 370 mil 831 pesos, según datos abiertos de la Semarnat.

No hay que olvidar que uno de los proyectos más importantes derivados de Proagua fue diseñado y aprobado en 2021. Se trató del sistema de colectores y subcolectores para el saneamiento del Río Atoyac, que conjuntamente diseñaron Conagua y la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue), y que consistió en la instalación de una red de tuberías para trasladar aguas residuales a plantas de tratamiento.

Pese a que su construcción arrancó desde hace tres años, las obras siguen sin haberse concluido debido a varios factores.

Hace exactamente un año, el secretario de Infraestructura estatal, Luis Roberto Tenorio García, detalló a El Sol de Puebla que los trabajos seguían parcialmente finalizados debido a que el gobierno federal no fue consistente en el envío de recursos a la entidad, pero no detalló si el incumplimiento de la Conagua fue o no prolongado.

En entrevista con este diario, el secretario de Gobernación (Segob), Javier Aquino Limón, reconoció en diciembre pasado que los trabajos se prolongaron debido a errores de socialización del proyecto. No obstante, evitó detallar si dichos problemas se presentaron en la actual administración o en la pasada, que fue la que pactó las obras con la Federación.

A finales del año pasado, una protesta de pobladores de la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco detuvo las obras una vez más. El motivo fue que los comuneros confundieron el sistema de colectores y subcolectores con la construcción de un complejo habitacional que ni siquiera era real, según reconoció el gobierno estatal.

Es importante señalar que en 2019 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que la administración del exgobernador Miguel Barbosa Huerta incurrió en diversas irregularidades financieras en la ejecución del Proagua.

Las anomalías fueron cuantificadas en 9 millones 740 mil 226 pesos y, según el informe del ente fiscalizador, el dinero entregado a la administración estatal fue sacado de las cuentas bancarias destinadas al programa, y el mismo fue transferido a las arcas de la Ceaspue. Además, no se comprobó que una obra pagada con recursos federales fue efectivamente llevada a cabo.

En ese sentido, Cervantes Avilés dejó entrever que la falta de presupuesto para saneamiento en 2024 puede estar relacionado con las inconsistencias financieras del gobierno de Barbosa.

Por ese motivo, el catedrático e investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla advierte que la transparencia en la ejecución de recursos para este programa debe ser obligatoria e inexcusable. Asimismo, expone que las obras deben ser medibles y acordes a los objetivos planteados a nivel mundial y local.

“La falta de recursos de parte de Proagua impactará en la calidad de vida de las personas y también creo que el manejo de esos recursos debe ser mucho más transparente; debemos saber en qué se aplica, cómo se aplica y darle seguimiento. Quizá esta ausencia de fondos pudo haberse debido a la mala gestión del mismo”, consideró el experto.

No hay que olvidar que en marzo pasado El Sol de Puebla reveló que 53 por ciento de las plantas tratadoras de agua a nivel estatal se encuentran inservibles. Las razones, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son falta de mantenimiento, vandalismo y escasez de agua.

Finalmente, vale la pena señalar que, además de Puebla, Nayarit tampoco recibió un solo peso de presupuesto para Proagua en 2024. Este año, la entidad federativa que recibirá la mayor cantidad de recursos será Guerrero, con 522 millones de pesos.