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CDMX ya tiene nuevo mercado para reciclaje de bolsas de plástico

CDMX ya tiene nuevo mercado para reciclaje de bolsas de plástico

Bolsas de tiendas de autoservicio, las empleadas para el pan de caja, envolturas de botana y costales de alimentos para mascotas, elaborados con plástico flexible, representan ahora un nuevo problema para la Ciudad de México porque son los residuos que más aparecen en los tiraderos de la ciudad, advirtió Alejandra Valdéz, cofundadora de Ecolana. Valdéz

Bolsas de tiendas de autoservicio, las empleadas para el pan de caja, envolturas de botana y costales de alimentos para mascotas, elaborados con plástico flexible, representan ahora un nuevo problema para la Ciudad de México porque son los residuos que más aparecen en los tiraderos de la ciudad, advirtió Alejandra Valdéz, cofundadora de Ecolana.

Valdéz emprendió un nuevo mercado de reciclaje de este residuo para acopiar y transformar los residuos de plásticos flexibles, como envolturas de pan, galletas, dulces, botanas, higiénicos y alimentos para mascotas.

Según las proyecciones contempladas por la Secretaría de Medio Ambiente, con el aumento de la generación de plástico y una reducción de dos por ciento en el volumen reciclado entre 2022 y 2040, la cantidad de residuos plásticos que tendrían que enviarse para su disposición final también aumentará 18 por ciento, lo que creará una carga financiera adicional para el gobierno y aumentará los costos gubernamentales en 16 por ciento.

Lisseth Cordero, cofundadora de la iniciativa, aseguró que la intención es generar conciencia entre los capitalinos de que el plástico flexible sí es posible reciclarlo y que aprendan a hacerlo.

“Nosotros creemos de que la separación desde el origen es una clave muy importante para que podamos hacer la separación de residuos correctamente, en realidad y aunque hay la tecnología para separar posteriormente, para que el material vaya limpio, vaya correctamente separado y haya ahorro en los tiempos y logística para eso, con eso habrá menos residuos en los rellenos sanitarios y también más ahorro económico y en la huella de carbono”, agregó.

Sareth Esquivel, junto con las madres de familia de una manada de Boy Scouts, mostró animosamente una enorme bolsa llena de plástico flexible, que sus hijos juntaron por todos lados y que antes, aceptaron, simplemente iban a la basura.

Una vez que el plástico es reciclado, es posible transformarlo en plástico duro para emplearlo en material urbano, cubetas, macetas, de lo que se trata es crear un mercado de reciclaje, que permita su modificación.

Raúl Alfaro Segovia, otro de los integrantes de esa firma, explicó que este tipo de desperdicios no pesan nada, por lo que a los recolectores no les costea recibirlos para venderlos porque es mucho volumen y poco peso. Ecolana efectúa pruebas piloto para establecer un valor a esos desperdicios, de tal manera que quienes se dedican a acopiarlos los reciban y comercialicen.

Informó que en la Ciudad de México hay ocho centros para entregar esa basura, de ahí la envían a plantas recicladoras, cuyo personal ya recibe capacitación y ajusta las máquinas para procesar los residuos.

Alrededor de 97 por ciento de los residuos plásticos generados en la Ciudad de México son recolectados, pero sólo una proporción menor, 24 por ciento de todo el plástico generado se recicla. El Inventario de Residuos Sólidos de 2020 muestra que alrededor de 70 por ciento de los residuos plásticos generados se enviaron a rellenos sanitarios, ubicados en los estados vecinos, concretamente al Estado de México y Morelos.

La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México visualiza que para el año 2040 la circularidad de los plásticos en la capital alcance 82 por ciento y que la contaminación por dicho material baje 79 por ciento.

Las acciones a habilitar, propuestas en el documento, son el fortalecimiento del marco regulatorio para incentivar aún más la reducción y el uso circular de los plásticos innecesarios; iniciar la implementación de campañas de concientización pública y la difusión de materiales educativos a través de medios populares y de fácil acceso.

Asimismo, fomentar la innovación tecnológica para escalar los sustitutos del plástico y el ecodiseño; aumentar la integración de los trabajadores informales en los servicios de gestión de residuos; y promover alianzas dentro del sector privado para aumentar la adopción de modelos de reutilización.

De tener éxito esa hoja de ruta, la administración capitalina ahorraría 54 por ciento de los recursos que usó en 2021, que ascendieron a 900 millones de dólares, para la disposición final de los desperdicios.

UN SOLO USO

Ramiro Barrios Castrejón, coordinador de Gestión de Calidad del Aire en la Zona Metropolitana de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoció que la basura plástica representa un problema y hay más complicaciones cuando viene la degradación.

Mientras que la Ciudad de México ya prohibió el uso de plástico de un solo uso, en otras entidades de la región central del país eso aún no pasa, al respecto el funcionario de la Comisión Ambiental de la Megalópolis afirmó que las autoridades de las mismas emprenden campañas para reducir su uso y reciclar y qué iniciativas, como la de Ecolana, sirven para ayudar a disminuir su empleo y sobre todo mejorar la disposición de ese material.

A la pregunta de si hay renuencia de las autoridades de estados y municipios para aplicar esa restricción, Barrios Castrejón respondió: “No hay renuencia, pero sí buscan el método correcto de hacerlo, porque no tiene sentido solo prohibir el uso de plásticos y después no los pueden vigilar, si no les pueden dar una salida. Creo que lo que ellos buscan es darle viabilidad”.

Calificó de interesante el programa piloto de Ecolana, que sirve para dar una salida a esos desperdicios, que es posible que crezca muchísimo y resolver un problema importante.

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