Desde hace un año, Bárbara Oaxaca, soprano de la Escuela Nacional de Música y operadora de una cabina de ambulancias en la CdMx, dedica su tiempo libre para informar y documentar la presencia de fósiles en el piso de todas las estaciones y andenes del Metro. Ello a través de la página de Facebook Los
Desde hace un año, Bárbara Oaxaca, soprano de la Escuela Nacional de Música y operadora de una cabina de ambulancias en la CdMx, dedica su tiempo libre para informar y documentar la presencia de fósiles en el piso de todas las estaciones y andenes del Metro.
Ello a través de la página de Facebook Los Fósiles del Metro, la cual fue creada en agosto de 2023, con ayuda de un archivo fotográfico propio, recopilado durante ocho años, y con la colaboración de decenas de voluntarios autodenominados “paleontólogos urbanos”.
“Mi intención es crear conciencia entre los usuarios de que, a sus pies y todos los días, hay otro mundo que existió hace millones de años. Que estamos pisando seres que alguna vez existieron y que se quedaron fosilizados en piedra caliza que hoy son las baldosas del Metro. Tenemos otra época a nuestros pies y no la vemos”, explicó en entrevista a El Sol de México.
Bárbara, originaria del municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, fue testigo de la inauguración de las primeras líneas del Metro cuando era niña. Hoy, el Metro significa para ella un viaje en el tiempo, acompañada de seres que de alguna forma y con ayuda de la naturaleza se las ingeniaron para seguir presentes, pero sólo para ojos curiosos.
La mujer reconoció por primera vez un caracol del periodo cretácico, ocurrido hace 66 millones de años y en el que se asume la extinción de los dinosaurios, en el piso de una estación en 2016.
“Estaba parada y claramente vi la forma de un caracol en el piso del Metro, no recuerdo la estación, pero sí me acuerdo del asombro que sentí, le tomé una foto y empecé a buscar grupos en Facebook de paleontología que me pudieran explicar qué era eso que vi y me dijeron que eran fósiles”, relató.
Paleontólogos, en su mayoría universitarios y de la UNAM, le explicaron que las baldosas del Metro y de otros lugares como el Word Trade Center o algún Sanborns, están hechos de piedra caliza, compuesta principalmente de calcio y de fósiles que hasta la fecha es fácil encontrar en los estados de Querétaro, Puebla y San Luis Potosí.
“Paleontólogos comentaron las publicaciones donde preguntaba y comenzaron a enseñarme y decirme qué era lo que estaba viendo ahí y entendí que los caracoles son uno de un grupo de seres que uno se encuentra ahí, que son los gasterópodos o univalvos, o sea las conchas de caracoles del cretácico.
Empecé a descubrir otros seres que ellos me enseñaron”, recordó la administradora del proyecto.
Con cada caracol o fósil nuevo que se encontraba en su camino, Bárbara comenzó a adentrarse en lo que muchos llaman “paleontología urbana”, que es la documentación, en fotografías, de fósiles de caracoles y pequeños seres en espacios públicos.
“Durante ocho años recopilé más de 200 fotografías de fósiles distintos en las estaciones del Metro. (…) las estaciones donde puedo decir que hay más es en la Línea 12, en la estación de Pino Suárez de la Línea 2, en Isabel la Católica, la Línea 7, ahí hay ejemplares bastante grandes y muy fáciles de identificar”, indicó.
Antes de crear la página de Facebook, tuvo la intención de buscar que su archivo fuera expuesto dentro de las vitrinas culturales del Metro, pero al no tener suerte y querer compartir el conocimiento que ha ido acumulando, pensó en las redes sociales.
“Yo no usaba Facebook, no sabía muchas cosas, y empecé por explorar y saber cómo funciona. Ya que me sentí lista, creé el perfil, y doctores, profesores, investigadores y estudiantes comenzaron a seguir la página. Al día subía varias publicaciones y recibía cinco colaboraciones de personas que encontraban fósiles en el Metro”, relató Bárbara.
Este proyecto de difusión científica y cultural también es seguido por figuras como Reinaldo Rojas Consuegra, doctor en paleontología y geología, así como director del Museo Nacional de Historia Nacional de Cuba, quien ayuda a identificar cada fósil.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó que el piso del Metro está lleno de fósiles que son conocidos de animales como moluscos y gasterópodos, que en algún momento de la historia habitaron en el mar y lagos.
“Ellos ahí, pero casi nadie los ve. Hay piedra caliza en los estados que ya comenté, y empresas que se dedican a la fabricación de baldosas utilizan la piedra caliza. Es una buena forma de acércanos a la historia de nuestro planeta”, señaló Bárbara. Por su parte, el Sistema de Transporte Colectivo Metro dijo que no cuentan con información al respecto.