El 29 de febrero de 2024, Susana Prieto Terrazas, reconocida defensora de los derechos laborales y activista sindical, anunció su renuncia al partido Morena, citando la falta de apoyo del partido a la iniciativa de reducción de la jornada laboral a 40 horas. Esta decisión ha generado un gran revuelo y controversia, poniendo de manifiesto las divisiones internas y las tensiones que existen dentro de Morena en torno a temas clave de política laboral.

Prieto Terrazas, quien ha sido una figura destacada en la lucha por mejores condiciones laborales para los trabajadores mexicanos, expresó su profunda decepción con el partido. Según sus declaraciones, la negativa de Morena a respaldar la iniciativa de las 40 horas representa una traición a los principios de justicia y equidad que deberían guiar las acciones del partido. Para ella, la reducción de la jornada laboral no solo es una medida justa, sino también necesaria para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y promover un equilibrio entre la vida laboral y personal.

La renuncia de Susana Prieto ha revelado las fracturas dentro de Morena y ha levantado cuestionamientos sobre la dirección que está tomando el partido. La iniciativa de las 40 horas, que busca reducir la semana laboral sin afectar el salario de los trabajadores, había sido una promesa importante para muchos de sus seguidores. La falta de apoyo a esta medida ha sido interpretada por algunos como una señal de que el partido se está alejando de sus raíces y de sus compromisos con los trabajadores.

El impacto de esta decisión va más allá de Morena. Prieto Terrazas ha sido una voz influyente en el movimiento sindical y su renuncia podría tener repercusiones significativas en la base de apoyo del partido. Muchos trabajadores que veían en ella una aliada podrían sentirse traicionados y desilusionados, lo que podría afectar negativamente la percepción pública de Morena y su capacidad para atraer y mantener el apoyo de los trabajadores.

Además, la salida de Susana Prieto plantea serias dudas sobre el futuro de las políticas laborales dentro del partido. Su renuncia podría desencadenar un efecto dominó, con otros miembros del partido y simpatizantes reconsiderando su lealtad y apoyo. La falta de consenso sobre temas fundamentales como la jornada laboral refleja una crisis interna que Morena deberá abordar de manera urgente si desea mantener su relevancia y credibilidad.

Por otro lado, esta situación también pone en relieve la necesidad de un debate más profundo y serio sobre la viabilidad y las implicaciones de la reducción de la jornada laboral. Si bien algunos argumentan que esta medida es esencial para el bienestar de los trabajadores, otros, dentro y fuera del partido, señalan posibles desafíos económicos y operativos. La renuncia de Prieto Terrazas subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre las aspiraciones de justicia social y las realidades económicas.

En conclusión, la renuncia de Susana Prieto Terrazas a Morena es un evento significativo que pone en evidencia las tensiones y desafíos internos del partido. La falta de apoyo a la iniciativa de las 40 horas no solo ha causado la salida de una importante figura sindical, sino que también ha desatado una serie de interrogantes sobre el compromiso del partido con los derechos laborales y su capacidad para cumplir con las expectativas de sus seguidores. Morena enfrenta ahora el reto de reconstruir la unidad interna y reafirmar su compromiso con las causas que le dieron origen.