En un giro alarmante hacia métodos más radicales, grupos delictivos en Morelos han dejado restos humanos desmembrados en los municipios de Cuernavaca y Jojutla, acompañados de mensajes escritos que indican una intensificación en la violencia intra-grupal. Según el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, estos macabros hallazgos son parte de una “limpia” entre células
En un giro alarmante hacia métodos más radicales, grupos delictivos en Morelos han dejado restos humanos desmembrados en los municipios de Cuernavaca y Jojutla, acompañados de mensajes escritos que indican una intensificación en la violencia intra-grupal. Según el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, estos macabros hallazgos son parte de una “limpia” entre células delictivas que operan en la región.
Este incremento en la brutalidad marca una escalada preocupante en la lucha por el control territorial entre los grupos delictivos, afectando directamente la seguridad y tranquilidad de los habitantes de estas zonas. Los mensajes dejados junto a los cuerpos sugieren que estos actos son advertencias o mensajes entre las mismas organizaciones criminales, evidenciando una feroz disputa interna.
El impacto de estos acontecimientos es significativo, no solo por el horror que representan los actos en sí, sino también por el mensaje de impunidad y desafío que envían a las autoridades y a la sociedad civil. Las comunidades de Cuernavaca y Jojutla se encuentran en estado de alerta y temor, mientras las autoridades locales y estatales redoblan esfuerzos para responder a esta crisis de seguridad.
El alcalde Urióstegui Salgado ha expresado su preocupación y condena frente a estos actos, reiterando el compromiso de su administración para trabajar conjuntamente con las fuerzas de seguridad estatales y federales en un intento de restaurar la paz y el orden en la región. La situación actual en Morelos refleja los desafíos complejos que enfrenta México en su lucha contra la delincuencia organizada, donde la violencia a menudo se utiliza como herramienta para la negociación y el control territorial.
Las autoridades han iniciado investigaciones para identificar a las víctimas y a los responsables de estos crímenes, aunque el camino hacia la justicia se anticipa difícil ante el ambiente de miedo y la capacidad de intimidación de estos grupos. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos han expresado también su preocupación, instando a una acción más decidida y efectiva para combatir la escalada de violencia y proteger a los ciudadanos inocentes afectados.
Fuente: Morelos News