Durante un evento de campaña de Clara Brugada, candidata a jefa de gobierno por el partido Morena, un incidente sacudió la tranquilidad del discurso señalando que es una traidora. Juanito, conocido por su papel en la política local, interrumpió a Brugada con un grito que resonó en el lugar: «¡Traidora, me robó Iztapalapa!». El incidente
Durante un evento de campaña de Clara Brugada, candidata a jefa de gobierno por el partido Morena, un incidente sacudió la tranquilidad del discurso señalando que es una traidora.
Juanito, conocido por su papel en la política local, interrumpió a Brugada con un grito que resonó en el lugar: «¡Traidora, me robó Iztapalapa!». El incidente no solo resalta la tensión entre ambos actores políticos, sino también la creciente crítica sobre las prácticas para elegir candidatos dentro de Morena. Se argumenta que el partido privilegia el dedazo sobre el mérito de sus militantes, un fenómeno que, según algunas voces críticas, está erosionando la confianza pública en la democracia interna del partido.
Este exabrupto tiene sus raíces en un episodio político que se remonta al 2009, cuando Juanito fue elegido alcalde de la delegación Iztapalapa. Sin embargo, su mandato fue abruptamente interrumpido por una negociación política, supuestamente bajo la orden de Andrés Manuel López Obrador, que lo retiró de la contienda. Esta acción permitió que Clara Brugada ascendiera como alcaldesa de Iztapalapa en 2019.
Este enfrentamiento subraya los desafíos que enfrenta Morena en su búsqueda por mantener la cohesión interna y ganar la confianza del electorado, especialmente en un contexto donde la transparencia y la rendición de cuentas son temas centrales en el debate político.
Juanito señalo que el dedazo de Clara Brugada representó una traición a la confianza del pueblo de Iztapalapa, quien había depositado su voto en él. Consideran que el trabajo de Clara Brugada al frente de la delegación no ha sido satisfactorio, ya que Iztapalapa se ha mantenido como una de las zonas más inseguras por los datos que arrojan en homicidios y feminicidios de la Ciudad de México, donde ahora quiere gobernar a pesar de sus malos resultados como alcalde.