Al menos 24 familias que habitan en el número 186 de la calle Carlos J. Meneses, en la colonia Buenavista de la alcaldía Cuauhtémoc, fueron víctimas la madrugada del jueves de un intento de desalojo por unos 30 hombres encapuchados que, con armas de fuego, mazos y machetes, los obligaron a salir a la calle.
Al menos 24 familias que habitan en el número 186 de la calle Carlos J. Meneses, en la colonia Buenavista de la alcaldía Cuauhtémoc, fueron víctimas la madrugada del jueves de un intento de desalojo por unos 30 hombres encapuchados que, con armas de fuego, mazos y machetes, los obligaron a salir a la calle. Estos hechos ya son investigados por las autoridades capitalinas, señaló la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Una de las afectadas es Saraí Gutiérrez, quien tiene 32 años viviendo en uno de los departamentos del inmueble. Ella es la tercera generación de su familia en habitar el lugar, ahora con su hija de 10 años.
La mujer relató que alrededor de la 1:15 horas, cuando todos estaban dormidos, comenzó a escuchar golpes en el acceso del edificio y gritos, por lo que intentó vestirse rápido, pero antes de que terminara los sujetos comenzaron a abrir su puerta con un mazo y la sacaron junto a su hija y su mascota.
“Me acerqué a la puerta, me rompieron la reja y la chapa, les dije que sólo nos dejaran ponernos los zapatos y nos salimos, pero me amenazaron con groserias, se metieron a la fuerza y a mi hija le apuntaron con una pistola. Me llenó de coraje y de miedo”, relató Saraí.
En imágenes de videovigilancia se puede ver como decenas hombres vestidos de negro, con gorras, cubrebocas y pasamontañas ingresaron por la fuerza al inmueble. Algunos vecinos salieron corriendo y otros fueron escoltados, como fue el caso de Saraí.
En la calle, los afectados llamaron al 911, pues aunque los encapuchados gritaban “¡desalojo!”, nunca presentaron documentos oficiales. Después de las 2:00 horas, patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana llegaron y los encapuchados abandonaron el lugar.
Algunos vecinos salieron corriendo hacía la calle, debido a las amenazas de los hombres. En el caso de Saraí fue escoltada, pero una de las escenas que más han indignado a los vecinos, es que a una mujer de 102 años fue sacada en su silla de ruedas y dejada en la calle.
“Mi vecina usa oxígeno, la sacaron así, como cualquier cosa, en su silla de ruedas. Tiene 102 años. Les valió que ella fuera una persona muy mayor y con cuidados, y que yo tuviera una niña pequeña. Fue horrible, porque no soy la única con niños”, relató Saraí.
Cuando los habitantes del inmueble estaban en la calle llamaron al 911 para pedir apoyo, pues aunque los encapuchados gritaban “¡desalojo!”, nunca presentaron documentos oficiales. Fue hasta después de las 2:00 de la mañana que patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC) arribaron al lugar y los encapuchados se retiraron.
“Alrededor de 30 personas que dijeron pertenecer a una institución de seguridad federal ingresaron al inmueble para realizar un desalojo sin presentar documentación que los autorizara para dicha acción. La SSC implementó un dispositivo de seguridad y resguardo del inmueble y se dio parte al agente del Ministerio Público para las investigaciones del caso”, informó la dependencia.
Aunque los habitantes pudieron ingresar a sus departamentos se percataron que les habían robado joyas, dinero y otros artículos de valor, por lo que aseguraron levantaron diversas denuncias ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad.
“Solo nos sacaron a nosotros, no sacaron nuestras cosas, pero cuando regresé al departamento el cuarto donde duermo estaba todo revuelto, y ya no estaba el dinero que tenía, unos relojes y joyas de valor que tenía, como herencia de mis abuelos”, relató Saraí.
Los afectados contaron que hace cerca de 20 años que los dueños dejaron de acudir mensualmente a recoger las rentas, por lo que algunas personas decidieron iniciar juicios de prescripción positiva, a fin de poder adquirir los departamentos que han habitado durante décadas.
“Los dueños que yo conozca, tengo conocimiento de que son unos españoles,no sé si sigan vivos, sus fechas de nacimiento son de los años 30 o 20. Mi abuelito entró pagando una renta, les daban recibos, un dia para otro dejaron de venir. Algo pasó y muchos iniciaron juicios de prescripción positiva”, explicó Saraí.
La mujer no desea vivir más en el predio, pues ninguna autoridad le ha garantizado que no volverá a pasar otro suceso como este, por lo que ha decidido buscar un departamento para rentar y no arriesgarse una vez más a un desalojo.
En mayo del 2023, el Poder Judicial de la CDMX informó que “los desalojos se tiene que llevar a cabo un proceso jurisdiccional vía demanda y se le tiene que notificar a la persona; ella a su vez tiene que confirmar de recibida; de no ser así, probablemente sea apócrifa”, por lo que vecinos apuntan que fueron víctimas de un delito.