El gobierno del estado puso en marcha las Auditorías Colmena para que los municipios hidalguenses integren la información y documentación comprobatoria del gasto público de forma correcta y oportuna de las participaciones federales. Con esta modalidad de fiscalización se implementa la política de cero tolerancia al desvío de recursos para beneficio personal que mantiene el
El gobierno del estado puso en marcha las Auditorías Colmena para que los municipios hidalguenses integren la información y documentación comprobatoria del gasto público de forma correcta y oportuna de las participaciones federales.
Con esta modalidad de fiscalización se implementa la política de cero tolerancia al desvío de recursos para beneficio personal que mantiene el gobierno de Julio Menchaca Salazar, informó Álvaro Bardales Ramírez, titular de la Secretaría de la Contraloría del estado.
Dijo que “miles de voces nos exigen una lucha frontal a la corrupción, tope donde tope y cueste lo que cueste; donde prevalezca la verdad, la justicia y la recuperación de lo robado al pueblo”.
Razón por la cual, se implementan y ejecutan acciones para que la transformación del servicio público sea en beneficio del pueblo y no para el enriquecimiento desmedido de unos cuantos.
Además, la administración de Julio Menchaca Salazar, busca mantener las instituciones estatales como un referente de transparencia, agregó.
De ahí que la meta trazada, por el mandatario estatal hidalguenses, es establecer los mecanismos y proporcionar las herramientas, que permitan incrementar la presencia de fiscalización y percepción de riesgo en los 84 ayuntamientos de la entidad, aseveró.
Detalló que la Auditoría Colmena se centra únicamente en la revisión total de la gestión de los recursos de origen federal respecto a un acto en concreto, como son las adquisiciones de bienes o servicios, la realización de obras públicas o el pago de servicios personales.
La fuente de financiamiento deben ser las aportaciones federales (FISMDF y FORTAMUN), así como aquellas en cuya revisión abarcan toda la gestión de ejecución de ese recurso.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene atribuciones para revisar los recursos federales transferidos, en sus dos componentes: el Gasto Federalizado Programable y las Participaciones Federales.
Por ello, en el arranque de los trabajos Bardales Ramírez aseguró que gracias a la creación del Sistema Nacional de Fiscalización, por iniciativa de la ASF, se tiene un modelo integrado por principios y actividades estructuradas y vinculadas entre sí.
Bajo una misma visión profesional, con estándares similares, valores éticos y capacidades técnicas, se garantiza a la ciudadanía que la revisión al uso de los recursos públicos sea ordenada, sistemática e integral, expresó el servidor público.
Y precisó: “Nunca más debe haber una dádiva para los inspectores y auditores de obra pública”, por lo cual reiteró el firme compromiso que tiene el organismo a su cargo para abatir el rezago heredado a través de miles de actas de ‘entrega-recepción’ de obras públicas municipales que no se concluyeron, debido a diversos actos de corrupción.