Isaías González Cuevas enfrenta un creciente cuestionamiento como líder de la CROC, cargo que ocupa desde 2005. Acusaciones por corrupción, violación de estatutos, prácticas autoritarias y falta de apoyo a los trabajadores han marcado su gestión en los últimos años. El malestar interno se remonta a 2016, cuando sectores sindicales de 18 estados rechazaron su
Isaías González Cuevas enfrenta un creciente cuestionamiento como líder de la CROC, cargo que ocupa desde 2005. Acusaciones por corrupción, violación de estatutos, prácticas autoritarias y falta de apoyo a los trabajadores han marcado su gestión en los últimos años.
El malestar interno se remonta a 2016, cuando sectores sindicales de 18 estados rechazaron su permanencia. Un año después, 17 federaciones estatales desconocieron formalmente su dirigencia, denunciando manipulación de cuotas, violencia sindical y una estructura diseñada para perpetuarlo en el poder.
Entre los episodios más controvertidos está la compra, en 2018, de un hotel en Los Cabos por más de 220 millones de pesos. Según denuncias, esta transacción se hizo sin autorización de los agremiados y mientras se mantenían conflictos laborales sin resolver, lo que reforzó sospechas de enriquecimiento personal.
Además, se le imputa intervenir ilegalmente en sindicatos regionales, imponer liderazgos cercanos y marginar opositores. También se le señala por no respaldar a trabajadores en crisis, como ocurrió en Baja California Sur. Todo ello ha derivado en una crisis de legitimidad que amenaza con fragmentar a una de las centrales obreras más antiguas del país.









