De acuerdo con una investigación publicada por el periodista de Xpectro FM el 26 de octubre de 2025, el líder del Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores del Nacional Monte de Piedad acumula bienes y operaciones sospechosas que exhiben el desgaste moral y financiero de su gestión. El secretario general Arturo Zayún González, quien ha
De acuerdo con una investigación publicada por el periodista de Xpectro FM el 26 de octubre de 2025, el líder del Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores del Nacional Monte de Piedad acumula bienes y operaciones sospechosas que exhiben el desgaste moral y financiero de su gestión.
El secretario general Arturo Zayún González, quien ha permanecido al frente del Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores del Nacional Monte de Piedad por más de dos décadas, vuelve a ser señalado por el manejo oscuro de recursos sindicales y un estilo de liderazgo cada vez más difícil de distinguir del abuso. La investigación difundida por Xpectro FM revela un patrón que huele a impunidad: bienes inmobiliarios adquiridos con valores declarados ridículos frente a su costo real, pagos en efectivo y operaciones que podrían encajar en la categoría de evasión fiscal o simulación de compraventa.
Según el reportaje, entre 2012 y 2025 Zayún habría adquirido al menos seis propiedades —cinco en San Luis Potosí y una en Playa del Carmen— por montos que en conjunto no alcanzan los 13 millones de pesos, aunque su valor comercial real superaría los 70 millones. Los registros notariales y fiscales, señala el medio, evidencian inconsistencias en la forma en que fueron pagadas, así como una cadena de transacciones sin respaldo bancario que sugiere movimientos en efectivo de origen incierto.
El texto firmado por Xpectro FM también apunta a prácticas opacas dentro del propio sindicato: el Centro Deportivo y Social Monte de Piedad, inmueble perteneciente a la organización, es rentado para eventos privados con cobros en efectivo y sin que esos ingresos aparezcan en registros oficiales. Los trabajadores denuncian además que nunca se les ha rendido cuentas sobre el destino de las cuotas que mes con mes se les descuentan, mientras la dirigencia se blinda tras el discurso de “defender los derechos laborales”.
El mismo Zayún ha sido artífice de la prolongada huelga que mantiene paralizadas más de 300 sucursales del Monte de Piedad, afectando a miles de usuarios y trabajadores, sin que se aclare a quién beneficia realmente esa confrontación. El conflicto parece menos una lucha sindical legítima y más una estrategia para mantener el control político y económico del gremio, incluso a costa del propio empleo de sus agremiados.
El caso ilustra cómo una estructura sindical puede convertirse en fortaleza personal de quien la dirige, cuando la transparencia es sustituida por el clientelismo y la lealtad se compra con miedo. Si las acusaciones se confirman, Arturo Zayún no solo habría traicionado la confianza de sus representados, sino que habría utilizado el nombre de una institución histórica —el Nacional Monte de Piedad— para construir su propio patrimonio. Una caricatura perfecta del sindicalismo que se dice defensor del pueblo, pero termina enriqueciéndose con sus cuotas.









